La vuelta al cole. Colegio de la Inmaculada

No nos podíamos imaginar un recibimiento mejor. Por la mañana cuando íbamos hacia el colegio, la que estaba más preocupada era yo. Pensaba si no me habría pasado. Buscar un cole para una semana, a lo mejor a los niños no les iba bien, no les gusta y es mucho esfuerzo solo para una semana. Me equivocaba. Los niños van muy contentos, creo que necesitan estar con otros niños y van a agradecer la rutina diaria del colegio.

Al llegar ya nos sorprendieron las instalaciones y la seguridad. El colegio es enorme y tiene unas instalaciones impresionantes. Por tener, tiene un zoológico de verdad: hay osos, tigres, bambies…una colina con plantaciones de olivos, tienen varios proyectos ecológicos. Nos recibió Elena la directora de primaria. Una mujer muy acogedora, alegre y resolutiva. Nos enseñó el colegio. Al rato se llevó a Carmen a su clase. Como siempre nos dió un beso y se fue muy contenta, no miró para atrás. Después fuimos a la zona del segundo ciclo de secundaria y allí conocimos a Luchi , la coordinadora de este ciclo. Ella se llevó a los niños a sus respectivas clases y se fueron encantados. El colegio también nos facilitó que los niños pudiesen ir en el transporte escolar (la movilidad). No hay autobuses con rutas sino que son furgonetas de 12 plazas y recogen y dejan a los niños en la casa. Esto nos ha facilitado mucho la vida porque se tardan alrededor de 45 minutos en llegar. Norma era la que llevaba a los niños.

A la vuelta del colegio los niños estaban felices. No les resultó difícil que fuese en español y todo lo que aprendan bienvenido sea. Los compañeros fueron muy simpáticos y acogedores, se preocuparon de que estuvieses bien acompañados, jugaron con ellos, los orientaron. El estar con otros niños les hacía falta y el cole también.

La zona de aulas donde estuvieron está renovada y tiene unas instalaciones estupendas. Sala de informática, laboratorio de idiomas, sala de danza, música…todo un lujo. Nos encantó que en el patio hay un pared enorme y una parte del suelo de pizarra pensada para que los niños pinten con tizas durante el recreo.

El martes por la mañana volvimos con los niños al col para ver “el mástil”. A primera hora todos los niños de primaria se reúnen en el patio en torno al mástil. Izan la bandera de Perú y cantan el himno nacional. Cada martes, una de las clases es la encargada de prepararlo y realiza una animación. Ese día conocimos al padre Javier, director del colegio, a quien estamos muy agradecidos por haber admitido a los niños en el colegio. Aquí en esta foto salen los niños con él y con Elena y Luchi.

Aunque sólo estuvieron una semana los niños tienen un recuerdo maravilloso del colegio. Les ha gustado ver un colegio distinto al suyo. Para empezar, el curso de Yago y José  todavía no es mixto. Estudian asignaturas distintas que en su cole belga como música y arte. En clase han hecho baile…pero no quiero contarlo todo yo, ellos publicarán un post contándolo.

Siendo colegios distintos, en países muy diferentes, a más de 10.000 km de distancia, sí reconocimos valores educativos comunes y un estilo “marca de la casa”. Hay una identidad común.

La semana pasó muy bien. Los niños volvían del colegio contando mil historias y les encantó.

Nuestra amiga Marluce ya tiene permiso de trabajo en Perú así que va a poder dedicarse a su pasión, la cocina. Es especialista en comida sin gluten. Además es una repostera fantástica. Para despedida los niños querían llevar una tarta y fue ella quien la hizo. Nos preparó una cajitas preciosas con un trozo de tarta y unos bombones donde pusimos una tarjeta de agradecimiento

Al volver del cole los niños vinieron con unas tarjetas dedicadas por todos sus compañeros y profesores, regalos y sobre todo muy buenos recuerdos

En resumen, creo que ha sido una experiencia fantástica y nos llevamos un recuerdo muy bonito de nuestra estancia en Lima. Sólo tenemos palabras de agradecimiento para todo el personal, alumnos y familias del Colegio de La Inmaculada que tan bien nos acogieron.

Mónica