Lo más importante es que los niños empezaron su camp. Es un campamento de día (de 9h a 15h) con lo que el día se distribuye de otra forma y es una semana menos turística.
CAMP GALILEO
Según los niños es el mejor campamento al que han ido en su vida. Espero que hagan un post para contar sus impresiones, yo cuento las mías por mi parte. Lo organizan en un colegio judío, pero se admite a niños de todas las religiones. Lo único que piden es que no se lleve comida no Kosher. El colegio está situado en una avenida que se llama Brotherhood Way (Camino de la Hermandad), y se llama así porque hay seguidos colegios e iglesias de distintas confesiones, una al lado de la otra. La cantidad de iglesias de religiones distintas que hay en San Francisco es alucinante.
Me impresionó la cantidad de normas e información que nos enviaron antes de empezar el camp. Nada se da por supuesto, se informa de todo y asi evitan problemas. La organización es impecable, y lo sorprendente es que no ves a nadie mayor de 25 años. Los monitores son estupendos y muy al estilo de San Francisco, de todas las razas, religiones y aspectos. Te reciben con
“Hi guys, welcome to the camp, how are you doing today?” y al día siguiente “Hi guys, welcome back to the camp”. Al llegar todos los días están con la música a tope, bailando, saludando y siempre de buen humor.
Yago y José estaban apuntados a un camp de “inventors”. Les proponían un objetivo de “invención”, les daban las herramientas, el método de trabajo y tenían que conseguirlo a veces solos y a veces en equipos. Para establecer el objetivo, bien lo hacía directamente el monitor o bien recurrían al “Bug wall” (el muro de lo que nos molesta). En un panel habían escrito cosas de la vida diaria que les fastidian. Tenían que elegir una de estas cosas y desarrollar un invento para buscar una solución.
Aquí una foto del método que proponen y de la clase
Carmen estaba en un curso que se llamaba Leonardo’s Apprentice. Tenía tres partes: arte, ciencias y actividades en el exterior. Vimos los trabajos de Carmen y eran chulísimos. Hizo un pequeño teatro de marionetas y una figura que daba vueltas con un mecanismos muy ingenioso en cartón.
Esta semana hicimos bastantes compras por las mañanas. Es el final de las rebajas y no estamos encontrando todo lo que necesitamos. Esto está siendo más pesado de lo que imaginaba.
El lunes fue el santo de Carmen. Para los que no tengan esta costumbre en su país, en España a parte del cumpleaños, celebramos el día del santo de nuestro nombre. De regalo nos fuimos Marto, Carmen y yo a hacernos la manicura y pedicura. En San Francisco está lleno de sitios de ”Nails” son muy rápidas y tienen muy buen precio (25$ manos y pies con pintura incluida), la mayoría los llevan mujeres asiáticas.
Por la noche nos fuimos a cenar a Barney’s. Casi todos coincidieron en que eran las mejores hamburguesas que habían tomado en su vida. Los niños descubrieron el Milkshake, y ahora quieren tomarlo todos los días!
El martes por la tarde fuimos al barrio Chino. En una manzana cambias de mundo. Es realmente como estar en China. Pasas del “Hi guys” a preguntar algo en una tienda y te digan sin mirarte “por ahí al fondo”. Estuvimos en dos calles muy distintas. La primera un chinerío total lleno de turistas y la segunda una calle normal de una ciudad en China, muy auténtica.
Por la noche hicimos salida de chicas Lucía, Marto y yo. Fuimos a buscar a Lucía a su oficina. Era como estar en una peli americana. Según Marto era como Kramer contra Kramer.
Después fuimos a cenar a Mission a un restaurante muy chulo, “Foreign cinema” (www.foreigncinema.com). Tiene una terraza donde proyectan películas antiguas francesas en blanco y negro, y tienes altavoces de cine en coche, de lo más trendy de la ciudad. A aparte de chulo cenamos fenomenal y no callamos, después de años teníamos mucho que contarnos.
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