Los preparativos…
Con esto de marcharnos necesitamos y aprovechamos para ordenar nuestras vidas. Después de ordenar la casa y pensar de que deshacernos, hemos tomado ejemplo de nuestros vecinos belgas y hemos decidido vender nuestras cosas en una brocante. Nos animó el que estábamos al lado de los Milcent y que esto nos permitía poder hablar de nuevo del viaje y escuchar sus buenos consejos.
Ayer por la noche cargamos el coche con potas, paraguas e impermeables…y juguetes, decoración del hogar, libros, peluches, un escaner, maletas…
Hoy a las 6 de la mañana José y yo nos fuimos hacia la brocante, con coche de borracho subiéndose a las aceras incluído delante de nosotros. Cuando llegamos aquello era un hervidero, no había sitio para aparcar. Los Milcent nos indicaron nuestro sitio y mientras descargábamos el coche, los “profesionales” con linternas buscaban en nuestras cajas alguna ganga. Vendimos desde unos zapatos de golf sin estrenar a un anciano que dudo haya practicado deporte en su vida, hasta unas flores artificiales que me regalaron cuando me casé… se vende todo, pero con esfuerzo, a precios muy bajos y por supuesto regateando.
José se reveló como un gran vendedor, le gusta y lo hace fenomenal, es muy duro regateando y los mejores arreglos los consiguió él. Incluso vino Olwen, nuestra profe de inglés a vernos…y regateó en inglés con ella!!! Que listo es mi niño.
Un poco más tarde vino Jorge que nos dió muy buenos consejos y no le resultó tan aburrido como se imaginaba.
Vendimos, vendimos, vendimos. Tuvimos momentos de desánimo porque se paraba la actividad, íbamos caros…pero al final da la venta, resultó que habíamos conseguido algo más de 300 euros (que será para los niños durante el viaje) Lo malo es que nos tuvimos que volver con algunas cajas a casa y con un cansancio horrible. José se quedó dormido de una manera muy extraña.
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