Las Islas Galápagos (II)

El tercer día amaneció como siempre temprano. Durante la noche habíamos navegado hacia el oeste y el norte para llegar a Punta Moreno, también en la isla Isabela. La navegación fue más tranquila y dormimos mejor. Desembarcamos después de desayunar en un paisaje volcánico, un mar de lava salpicado de unos cactus preciosos endémicos y lagunas salobres llenas de vegetación tropical. Y flamencos. Contraste muy fuerte con la exuberancia de la isla de Santa Cruz, ya que esta de Isabela es muy más joven. Todo en un día precioso, con el volcán sierra negra al fondo (lástima que no subiéramos al cráter este día).

Y por fin el primer snorkel, en Punta Moreno. El agua muy fría. Nadamos con tortugas marinas. ¡Alucinante! Aquí ya preparados:

Mónica en acción:

Y un video de una tortuga:

 

Nadando con tortugas marinas en Punta Moreno – Galápagos

Después de este aperitivo de snorkel nos fuimos al barco y mientras comíamos navegamos hacia el oeste a la isla de Fernandina. Hacía un día precioso y la travesía la aprovechamos para observar aves. Una llamada fragata, que suele perseguir a los barcos, se posó en popa.

En la isla de Fernandina el barco fondeó en Punta Mangle. Allí fuimos a hacer snorkel otra vez. Mónica y Yago decidieron quedarse por el frío que pasaron por la mañana. Sabia decisión. El agua resultó que no estaba tan fría, pero la visibilidad era muy mala y no vimos nada, apenas unos erizos endémicos negros. Carmen volvió pilotando la zodiac (¡gracias a Royalito!).

Terminamos el día con una excursión en zodiac en la que vimos cormoranes no-voladores, una especie endémica de aves que no vuelan pero que nadan muy bien, como comprobaríamos al día siguiente en directo. Vimos también piqueros patas azules pescando, espectacular, van volando y de repente se lanzan al agua a toda velocidad. También vimos lobos de mar, iguanas marinas, pelícanos…

Aquí el piquero pescando, ¡pero es difícil de capturarlo de forma nítida, es como un misil!

Volvimos al barco y navegamos con un atardecer espectacular. Una chica israelí muy maja se ofreció a pintarle las uñas a Carmen (¡gracias Gilis!). Un poco de frivolidad le vino bien entre tanto bicho y naturaleza salvaje.

El cuarto día salimos a las 6:30 en las zodiac, antes de desayunar, para desembarcar al noreste de la isla Fernandina en Punta Espinosa. Según desembarcamos nos encontramos un bebé lobo marino descansando, esperando a su madre que habría ido a pescar. Un poco más adentro nos encontramos colonias de iguanas marinas con cientos de ejemplares amontonados. Están quietos, apenas se mueven. También vimos más lobos marinos y cormoranes. Y un esqueleto de una ballena.

Fijaos que las iguanas están a la izquierda:

También aprovechamos para hacernos una foto de grupo todos los pasajeros del barco:

Después de desayunar nos fuimos a hacer snorkel. Muchos peces de colores muy bonitos pero lo más espectacular, los cormoranes pescando. También se me tiró un piquero a un metro para pescar pero es tan rápido que sólo vi burbujas y como salía del agua.

Fijaos bien en la parte inferior de esta foto:

Después de seguirlo un rato, me entretuve con unos peces de colores y lo perdí de vista. Me apoyé en una roca para descansar un poco y cuando saqué la cabeza ahí me lo encuentro en mis narices a medio metro:

Nos volvimos al barco con frío pero encantados:

Comimos pronto mientras el barco hacía una navegación corta hacia el oeste de Isabela, a Punta Tortuga, y ahí saltamos de nuevo a hacer snorkel. El sitio es una bahía natural formada por acantilados. Tiene afloramientos de agua profunda fría que hace que sea muy rica en nutrientes. La cantidad de peces y vida es impresionante. Los fondos son espectaculares. Aquí nadamos con tortugas, pingüinos pasando a toda velocidad, cormoranes…

El día terminó pronto porque había que zarpar hacia las 4 de la tarde, para una navegación larga alrededor del norte de Isabela hasta la isla de Santiago. Pero antes de salir nos dio tiempo a dar un paseo en zodiac donde volvimos a ver aves, pingüinos, lobos de mar, pelicanos, cangrejos, iguanas…

El día terminó como el anterior, con un atardecer fantástico, viendo fragatas que nos seguían. Además, hacia las 7 de la tarde cruzamos el ecuador por primera vez (esa misma noche lo volveríamos a cruzar hacia el sur por el lado este de Isabela). El capitán nos invitó a todos a subir al puente de mando para vez el triple cero en el GPS del barco. Además, vimos ballenas cruzando, aunque solo se les ve la aleta.

 

Jorge